“Empoderémonos ¡Hagamos posible la lactancia materna!”
Con este lema WABA (Alianza Mundial pro Lactancia Materna), entidad que trabaja conjuntamente con OMS y UNICEF y coordina cada año la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, quiere hacer un llamamiento a los gobiernos, sindicatos, empleadores y organizaciones de la sociedad civil para abogar e implementar soluciones innovadoras e inteligentes que conduzcan a la igualdad de género y a mejores tasas de lactancia materna.
Aunque tradicionalmente se considera que la lactancia materna está en el dominio de la madre, cuando los padres, las parejas, las familias y la sociedad la apoyan, las tasas de lactancia materna aumentan. La lactancia materna es trabajo en equipo. Capacitar a mujeres y hombres como padres en igualdad también permite facilitar la lactancia materna.
Para lograr una lactancia materna óptima, debemos atender las necesidades de la mujer y el niño y sus sistemas de apoyo a través de la atención continua durante los primeros 1000 días, desde el embarazo hasta el segundo cumpleaños del niño.
La investigación ha demostrado que cuando la preparación prenatal se dirige a las parejas en comparación con las mujeres solamente, las tasas de lactancia aumentan. Da como resultado muchos otros beneficios, como mejores actitudes y conocimientos sobre la lactancia materna, menos uso de fórmulas infantiles, más apoyo doméstico y asistencial del padre del niño y mayor satisfacción en general.
La falta de apoyo para los padres en el trabajo es una de las principales barreras para la lactancia materna óptima. La protección social de los padres con igualdad de género en todas sus formas (permiso parental, de maternidad, de paternidad o familiar) puede ayudar a crear el entorno propicio para la lactancia materna en el contexto del trabajo.
La lactancia materna es fundamental para el óptimo desarrollo del bebé desde su nacimiento, porque le ofrece todos los nutrientes y defensas que necesita. Es aconsejable amamantar a los bebés de forma exclusiva hasta los 6 meses y luego continuar la lactancia hasta los dos años o más, con el agregado de alimentos.
Beneficios de la lactancia materna para vos y tu bebé
La leche materna es el mejor alimento y el más completo que puede recibir tu hijo recién nacido. Le brinda todos los elementos que necesita para un crecimiento y desarrollo saludables.
Dale solo leche materna hasta los 6 meses y evitá cualquier otro alimento o líquido: agua, té, jugos u otros.
Es recomendable continuar dándole la teta hasta los 2 años, o más.
El contacto “piel a piel” es fundamental: es muy importante que pongas a tu bebé contra tu pecho al momento de nacer y amamantalo, si es posible, dentro de la primera hora de nacido.
Además, la lactancia materna favorece y fortalece la relación de afecto entre vos y tu hijo.
El calostro (primera leche de la mamá, de color amarillento) es el mejor alimento que puede recibir un recién nacido, ya que lo defiende de las infecciones más comunes.
La leche materna siempre está adaptada a las necesidades y posibilidades de tu hijo, por eso la digiere mejor que a cualquier otra leche.
La leche materna es más segura e higiénica, nunca es de mala calidad. Está siempre disponible a la temperatura justa.
A través de tu leche le transmitís a tu bebé factores de protección (“anticuerpos”) que lo protegen contra las enfermedades más comunes, hasta que sea capaz de formar sus propias defensas.
Los bebés amamantados no solo sufren menos enfermedades infecciosas (respiratorias, diarreas, etc.), sino que también tienen menos probabilidades de padecer, cuando sean grandes, enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y cáncer.
Darle teta también te hace bien a vos. La lactancia materna te protege del cáncer de mama y ovario, de la depresión posparto, la anemia, de la hipertensión, la osteoporosis y la artritis reumatoidea y además te ayuda a recuperar tu peso anterior al embarazo.
Para dar la teta es importante que estés tranquila y el bebé bien sostenido y seguro. El resto de tu familia puede ayudarte, ocupándose de otras tareas, mientras das de mamar.